CRÓNICA DE FÚTBOL
Collvert 1, Forque y Ribera fueron equipos cohesionados, acostumbrados a jugar fútbol 11, y MUY CORPULENTOS. A decir verdad todos nuestros chicos jugaron, como decía la actriz castiza de toda la vida que conocerán vuestros abuelos, Gracita morales (- ¿Eres casada o soltera? - ¡soltera a la fuerza!) - jugaron a la fuerza por culpa de las lesiones de los últimos partidos...
UN VISTAZO A NUESTROS JUGADORES
Carlos Valldecabres nos dio goles, aguantó hasta el final con la espalda lesionada.
Juan Palau hizo buen juego, nos dio golazos también, hasta que se rompió los aductores.
Miguel Mocholí, también roto, se entregó hasta el final por el equipo.
Luis Irlán, nervio y tensión, fue el fuelle del equipo y tuvo en sus botas el pase a la final.
Álvaro Durán (Duri), valla indestructible de la defensa, flanqueada por el irreductible
Carlos Chouciño, que ha demostrado ser un manojo bien templado de músculos, moderado por un cerebro en control.
Luis Nieto, falto de tres centímetros de longitud, se ha granjeado el respeto de todos los clubes, ganando su plaza en el once ideal: con talento como portero y raza de jugador.
Javier López (Pope), otro que no sorprendió a nadie por ganarse un espacio de oro en el once ideal, dio temple y maestría en el terreno de juego con sus pases y su aplomo personal.
Dios nos asista, Aurelio Tornero, mediocampista, lo hizo de cine dejando claro que Alfambra mandaba cada vez que pasaba por los corredores. Quizá hubo también mucho pase de medio campo, pero eso cambiará para septiembre...
Eduardo Valero, dejando a un lado su arrojo y valentía, nunca suficientemente valorados, siempre se dejó la piel en el campo.
Juan Pablo Gª Serrano (Japa) jugó bien, dio buenos pases y sorprendió por su colocación.
Juan Orrico jugó casi todo el tiempo de titular en la defensa, cortó muchas jugadas de gol, ya que el peligro siempre entraba por su banda. Se puede decir que hizo mucho: lo que pudo, que ya es bastante.
Buen juego, muchas lesiones...
Juan Marco jugó también bien, estuvo en su sitio, pasó y no perdió balones absurdamente; hizo su papel; lo mismo se puede decir de
Pablo Mossi, que dio buenos pases
y de Javier García Sánchez (Pingu) que pasó bien y se mantuvo firme en su sitio, peleó balones y corrió por su banda luchando por cada balón, pero que debió confiar más en sus posibilidades, que son muchas.
La Organización del campeonato -entrenadores,árbitros, directivos- han visto algo en nosotros... Alfambra tiene "chispa". No nos hemos llevado NADA. Excepto una mención significativa que nos da motivos para una esperanza cierta, desde la humildad: EQUIPO REVELACIÓN. Esto es, que si seguimos trabajando, podremos estar ahí, esto es EN LA FINAL, en septiembre.
Nuestros directores, preceptores, entrenadores y monitores se dejaron todo por el equipo: la voz, el saxo y hasta la vergüenza... ¡que no vuelva a ocurrir!
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